miércoles, 23 de junio de 2010

Mutis.

Despues de decirlo callé, tú caíste en mi silencio. Yo fui incapaz. No me atreví a poner ni un solo pie dentro de ese pantano para tomarte la mano y echarnos a reir.

3 comentarios:

  1. ¿Cuantas veces callar es caer? – esa pregunta me asalta cuando supongo aquellas cosas que pudiéramos evitar al decir.

    Pero cuantas veces es a la inversa, callar es decir (y entonces: salvar).
    Lo importante es siempre tener el toque de gracia y volver a reír, por mas empantanados que nos encontremos.
    Porque después de todo (y de todos), en esos encuentros (esos encuentros, fuera del tiempo y de los espacios) brillan nuestras sonrisas y palabras.

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  2. Pero entonces, ¿qué es lo que nos limita a callar?
    ¿un impulso que nos desemboca en silencio? o tal vez, no nos roba todas las ganas entonces se calla.

    El miedo, puede ir de la mano con el silencio.

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  3. Valentin (compadre no vale, Valentin(hay una canción peruanisima que va así)), Glenda (sin canción(por el momento)). Hay algo asi como una respuesta a sus comentario en tohuybohu bajo el titulo ejes

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