domingo, 27 de junio de 2010

De como un ataque de romanticismo postcoitum nos puso a dar vueltas.

Cuando digo una habitación en la Europa medieval no quiero que se piense en un recinto oscuro y pestilente. Era mas bien un cuarto amplio en el que brillaban gran cantidad de candelabros y velas, además en el centro fungían de pira pasional dos cuerpos hechos uno que ardían como una estrella que revienta.
Terminado el rito y vuelto cada uno a su opaca individualidad ella preguntó:
Dime ¿soy importante para ti?. Él cogiendo sus manos de paloma, con voz grave, constestó: Mi mundo gira a tu alrededor. Ella besó sus manos de roble y haciendo un capullito con su voz insistió: ¿Eso quiere decir que de verdad me quieres?. !¿Quererte?¡, exclamó él, No, no solo te quiero Rubí, te necesito como la tierra al sol. Ella se quebró en una risita. ¿No me crees? se indignó el roble. No es eso Nico tontito, es que has dicho algo asi como que la tierra gira alrededor del sol. Nico tontito se quedó pensando.


Y entonces lo que brilló, lo que ardió, lo que fungió de pira, lo que reventó fue la ciencia entera.

1 comentario:

  1. zarpadisimo, y yo que ando mistico con la astronomia, la imgen de la estrella que revienta casi me hace largar el grito... muy bueno che

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