"Una sola puerta, de tres, abierta"
Manolo Chinato.
Tras una puerta de nombre perdido tres hombres lloraban en seco. Como si estuviesen ante su asesino. Como si no quisieran se entere el destino. Como si alguna vez hubiera existido la dignidad.
Uno gritó su cien por ciento, luego cayó; de rodillas, manos, labios; sobre la tierra que insultaba.
Cada amanecer la tierra ebria de rocío llora el paraíso que no fue.
Otro desesperado de tanto esperar atardeceres, sin esperanza, dio media vuelta y se hundió en el mar, caminando hacia atrás, suspirando un amén...
Así sea dijo el mar a la promesa del sol de morir juntos en un último beso, es un simple ocaso.
El último se negó a mirar a ambos lados, rechazó la mano de cualquier padre, y cruzó su pista encomendándose en susurros a tu nombre.
A puertas cerradas el suicidio es simplemente guardar silencio.
La profundidad del vacío y la sensación de nada, solo son perceptibles contadas veces en la vida de un hombre y poco explicable de hecho.
ResponderEliminarSon imágenes (estas que pintas en tu prosario) de un respeto profundo por la dignidad que se pide a gritos.
Son el pedido amargo de lo que no se ve. El pedido de la búsqueda y el desasosiego.
“Cada amanecer la tierra ebria de rocío llora el paraíso que no fue”.
Y me quedo con esta frase que me parece increíble. Pensando en todo lo que no fue, en todo lo que nos empecinamos en perder – mientras lamentamos y rechinamos caprichos esperanzados.
¿¿cómo puedo comentar algo asi de gigante, desde mi pequeñez??
ResponderEliminarun sencillo y humilde aplauso en silencio, me quedo en el suicidio...
Ando un poco escaso de palabras, por eso me he puesto a recuperar textos antiguos, igual gracias a los dos, Valentin en tus manos lo que escribo logra dimensiones que yo ni sospechaba. Matías que a ti te paresca gigante escribiendo como escribes es un cumplidote que te agradezco profundamente. Saludos abrazos y sonrisas para los dos.
ResponderEliminarEspectacular. Hasta me puso a escribir.
ResponderEliminarLos textos que más me gustan me despiertan dos reacciones posibles: o quedarme en silencio de letras por varios días o me reviven la creatividad y me invitan, por no decir que me obligan, a seguir escribiendo.
Franco! me pasa similar, por ejemplo cuando recien empeze con vallejo hace varios años, despues de leerlo me quedaba sin escribir meses. Bueno tb habia un poquito de flojera. Que gusto que te guste el escrito, es tambien de esos primeros años. Ando buscando un texto que me haga escribir. Saludos, un abrazo.
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