lunes, 2 de agosto de 2010

Encumbrado.

En la cumbre de los años hube de elegir entre ser tuyo y todo eso o ser apenas poeta y nada más. Y, ya ves, aquí estoy cantándole de espaldas a tu ausencia.

4 comentarios:

  1. Esas palabras tan cargadas de (amarga?) decisión, presagian rituales de reconciliación y otros demonios de soledades y arrepentimientos.
    O simples palabras que un poeta siempre debe tener en su equipo de supervivencia. Infaltables, para quienes andan regalando y negando su corazón, a cuanta musa se cruza.
    Saludos y buen regreso.

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  2. Que tal Valentin! con lectores como tú uno ya no puede refugiarse en la incertudembre de la poesía. Gracias por seguir pasando y comentando tan bien. Un gusto. Abrazo.

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  3. La poesía es un buen refugio para todo sensible que se precie de tal. Permiso, ¿puedo ir también? – entre las cosas básicas de un botiquín poético, debe haber siempre:

    Aspirinas: para las mañanas pos inspiración.
    Antiespasmódico estomacal: para la resaca (por si acaso).
    Vendas: para los corazones espinados.
    Amuletos: para iniciar rituales de todo tipo.

    Añadirá cada uno aquello que guste además, yo particularmente pondría un vino tinto, seco, no tan elevado de precio, para compartir por ahí.
    Saludos.

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  4. Agrego los hilos para coser heridas y tejer lindas telas de araña donde capturar nuevas avispas para que nos claven más espinas.
    El vino te lo respaldo y aumento cigarrillos que sin ellos no puedo.
    Un abrazo.

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