lunes, 9 de agosto de 2010

El día del señor.

Al final de su día, el señor de esta casa volverá sus ojos confundidos entre tanto crujir de diente, ente tanto canto a su nombre, entre tanta ropa rasgada, entre tanto mar ensorberbecido.
Volverá y recordará nuevamente la barca que hace tanto y tan poco navegó sobre su ira. Recordará y llorará fuego sobre sus propias manos. Llorará e inventariará lo bello que ha sido, lo que ya no es.


Al final de su día; el señor del ejercito, del amor, el señor de tantas cosas, de tanta contradicción; pensará en las mañana y las tardes de aquella prometedora semana.
Pensará y recordará que todo le pareció bueno incluso la noche que ahora le pesa en las espaldas.

Al final de su día renegará de su celo, de su eternidad. Renegará y buscará un cielo mas allá de su cielo; un cielo más grande, mas celeste; contra el que pueda blasfemar.


1 comentario:

  1. Ay praga, darling praga los condenados pagan cara su salvacion.Ay praga, darling, praga la luna es daga manchada de alquitran..... recuerda k aun kedan amigos k te extrañan

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