martes, 28 de diciembre de 2010

Repente manso

No es que llore, es su ausencia que me empapa (Javier Krahe)
¿Amanda dónde estas? (Fernando Delgadillo)

La tarde está mansa. Como para columpiarse y fumar. Amanda alzaría el canto si no prefiriera dejarlo difuminarse entre sonrisas y frases bobas, igual su pecho vibra. Venus, libélulas, gavilanes preñados de alba. Amanda me cubre con su tibia sombra y de un beso me quiebra el sol en tantas semillas como pliegues tiene el mar. Lomos de delfín, hilos de araña, meteoros ardiendo en mi garganta. La tarde, cabizbaja, termina de pasar, su lamento la precede durante unas cuantas nubes. Ya no importa, Amanda baila, su sombra se alarga, ritmo y vertigo, noche que crece bajo noche que se tiende.¿Qué fue de la tarde? ¿Qué de la Amanda que me quebraba?. El cielo está cerrado, ya solo me queda entre los labios el embozo de una tarde viuda y la tensión de unos pasos que danzaban en tenue equilibrio sobre el horizonte.

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