miércoles, 22 de diciembre de 2010

Culpable.

Su desmoronante autoestima era una prueba irrefutable de su gran sentido del bien y del mal.

2 comentarios:

  1. Y de su escaso sentido del humor – quizá.
    Saludos vavo – un abrazo grande.

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  2. tan escaso que este blog es su mayor expresión. Otro de vuelta Valentin!

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